El día 8 de marzo se conmemora una lucha histórica y continua de todas las mujeres por reivindicar nuestros derechos y exigir que estos sean respetados y garantizados en condiciones de igualdad. En un país donde se asesinan 9 mujeres al día, donde muchos feminicidios son cubiertos como suicidios y existe una violencia estructural, simbólica y cultural sobre nosotras, salimos para hacernos visibles.
Las mujeres tomamos los espacios públicos para exigir que terminen las violencias sobre nuestros cuerpos y que el Estado se responsabilice de lo que es su obligación, la seguridad, la integridad y la garantía a vivir una vida libre de violencia.
Alrededor del mundo, las mujeres nos manifestamos porque cada una de nosotras tenga acceso a la educación, a la salud sexual y reproductiva, al derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, a un trabajo digno. Tomamos las plazas públicas, colgamos mantas en los puentes, salimos a las principales avenidas, nos hacemos visibles. Seguimos y nos mantenemos en las luchas feministas, las luchas de las jornaleras y obreras, de las mujeres migrantes, las mujeres jefas de familia, las mujeres lesbianas, las mujeres trans, las mujeres afrodescendientes, mestizas, indígenas.
De un punto a otro alrededor del planeta, alzamos una vez más la voz para denunciar este sistema que nos quiere calladas y oprimidas, que reprime y mutila nuestros cuerpos. Seguimos manifestándonos así porque el patriarcado y el capitalismo rapaz nos explota, invisibiliza las redes y las luchas. Porque históricamente las mujeres hemos sido relegadas al trabajo doméstico, violentadas y agredidas en el espacio público y privado por quienes ostentan el poder en las familias, el gobierno y los trabajos. Porque a nosotras nos atraviesa toda una violencia que se ha mantenido cobijada en las antiguas estructuras patriarcales, una violencia que no cede, que no se detiene.
Nos mantenemos y avanzamos juntas, tejiendo redes, reconociéndonos en las otras, exigiendo justicia para quienes fueron víctimas de los feminicidios, desapariciones, explotación sexual, crimen organizado, obligadas a una maternidad forzada. Por ellas, por cada una de nosotras, por las que ahora están ausentes y por quienes están por llegar, porque cada niña, mujer y adolescente en el mundo tenga las mismas oportunidades y condiciones de igualdad, salimos a la calle.
Porque el silencio no nos protege
Porque vivas y libres nos queremos
Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes
